Necesidad, dinero, prisa, deseo y confianza
"Cualquier venta ha de superar cinco obstáculos básicos: la falta de necesidad, la falta de dinero, la falta de prisa, la falta de deseo y la falta de confianza." Zig Ziglar
Foto por Land Rover MENA (Creative Commons)
Esto es algo con lo que tengo que tratar a diario y verifico día a día que es cierto. Estos cinco obstáculos existen en todas las ventas que se resisten a ser cerradas de forma rápida y satisfactoria. Si uno solo de los elementos de la lista anterior es extremadamente potente, el resto se obvian con facilidad por parte del comprador, y no debería ser así.
Sin embargo, considero que lo ideal para que una venta que convierta en venta de repetición y se establezca una buena relación con el cliente es que exista una combinación de los elementos anteriores.
La necesidad es un factor indispensable para completar la venta. Es importante que el cliente potencial necesite el producto. Hablo de necesidades reales, no de deseos. Si se me permite poner un ejemplo un poco vulgar, hablemos del papel higiénico. El cliente tiene necesidad de utilizarlo, aunque sea por higiene y salud. Sin embargo, el hecho de utilizar toallitas húmedas o papel higiénico con crema suavizante ya no es una necesidad, es un deseo, algo que complementa la necesidad básica con características que van más allá de lo imprescindible.
El dinero es algo fundamental para que podamos comprar un producto o su alter ego: el crédito. Desde que se implantó en la sociedad occidental el crédito al consumo, el dinero es algo mucho más accesible para la mayoría, por lo que no es extraño ver a gente pedir un préstamo al consumo para la compra de un televisor, frigorífico o incluso el viaje de novios. Está bien hacer un buen balance entre la necesidad, el deseo y el dinero o préstamo que necesitaremos para completar la compra. Es importante tener en cuenta que un préstamo es dinero que tendremos que devolver y en caso de que no podamos devolverlo, tendrá consecuencias para nosotros y nuestra capacidad crediticia en el futuro. Conozco a una persona que decidió dejar de pagar una factura de unos pocos euros por un teléfono móvil, y en la actualidad no puede tener ni una cuenta bancaria, ni por supuesto pedir un crédito para comprar un teléfono, un ordenador o cualquier otra cosa.
Foto por Peter Lindberg (Creative Commons) |
Foto por Jason Lawrence (Creative Commons) |
Como vendedor y como comprador debes evaluar con la cabeza fría estos cinco elementos. No digo que te conviertas en alguien puramente racional y sin sentimientos, pero si que pienses de forma racional para no caer en la pesadilla del comprador: adquirir algo que no necesitas, que no puedas pagar, que nadie tiene, que crees que deseas mucho y de alguien en quien descubras después que no se puede confiar.
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