Delegar de forma efectiva en tu equipo

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Delegar es una habilidad clave para cualquier líder o gestor, pero no se trata solo de asignar tareas y esperar que se hagan solas. Delegar implica crear las condiciones para que tu equipo pueda desarrollar su potencial y lograr los objetivos. Sin embargo, muchas veces nos cuesta delegar porque pensamos que nadie lo hará tan bien como nosotros, porque no confiamos en las capacidades de los demás, o porque nos sentimos culpables por no hacerlo todo nosotros mismos.

Pero lo cierto es que delegar tiene muchos beneficios, tanto para nosotros como para nuestro equipo. Algunos de estos beneficios son:

- Disponer de más tiempo para nosotros y para desarrollar otras tareas más importantes o estratégicas.

- Disminuir el estrés y la sobrecarga de trabajo, evitando el agotamiento y los problemas de salud.

- Mejorar la productividad y la eficiencia, al aprovechar las habilidades y los recursos de cada persona.

- Desarrollar las capacidades de nuestros colaboradores, ofreciéndoles oportunidades de aprendizaje y crecimiento profesional.

- Fomentar la motivación y la implicación de nuestro equipo, al hacerles sentir valorados y confiados.

- Proporcionar retroalimentación constructiva y transformadora, reconociendo los aciertos y las áreas de mejora, y creando un espacio para la reflexión y el desarrollo continuo.

En este artículo te voy a compartir los tres principios que aplico para delegar de forma efectiva en mi equipo, basados en mi experiencia y en las mejores prácticas que he aprendido.

Principio 1: Ir más allá de las instrucciones básicas

Cuando delego una responsabilidad, no me limito a dar unas instrucciones básicas y esperar que la persona se las arregle sola. Mi compromiso es acompañarla y orientarla en lo que necesite para cumplir la tarea.

Nos sumergimos juntos en el proceso, trabajando codo a codo, y luego le doy el espacio y la confianza para que asuma el control y ejecute por sí misma.

Sin embargo, esto no significa que deba controlar cada paso que da. Lo que hago es establecer unos criterios de seguimiento y evaluación, y mantener una comunicación fluida y constante.

Para ir más allá de las instrucciones básicas, sigo estos pasos:

- Defino claramente el objetivo, el alcance, los plazos, los recursos y los indicadores de la tarea o proyecto que voy a delegar.

- Elijo a la persona adecuada para delegarle la tarea o proyecto, teniendo en cuenta sus habilidades, sus intereses, su disponibilidad y su nivel de experiencia.

- Le explico el porqué, el qué, el cómo, el cuándo y el dónde de la tarea o proyecto que le voy a delegar, asegurándome de que entiende lo que se espera de ella y resolviendo sus dudas.

- Le doy la autoridad necesaria para tomar decisiones dentro del margen establecido, y le transmito mi confianza y apoyo.

- Le ofrezco la formación, el asesoramiento y los recursos que pueda necesitar para realizar la tarea o proyecto con éxito.

- Le pido que me informe periódicamente del avance de la tarea o proyecto, sin interferir ni presionar.

- Le doy feedback sobre su desempeño, reconociendo sus logros y sugiriendo mejoras.

Principio 2: Fomentar la autonomía y la confianza

Delegar no se trata de dar supuesta confianza para luego hacer micro-gestión de cada paso. El arte de delegar radica en empoderar a cada colaborador para que tome decisiones y asuma responsabilidades.

Busco crear un ambiente seguro donde se sientan libres de expresar sus ideas, sugerencias y dudas. Les brindo orientación y apoyo inicial, y luego les permito que desarrollen su propio estilo y enfoque.

A través de esta autonomía, cultivamos un sentido de propiedad y crecimiento personal. Cada persona se siente parte del proyecto y se motiva a dar lo mejor de sí misma.

Para fomentar la autonomía y la confianza, sigo estos pasos:

- Les pregunto su opinión sobre la tarea o proyecto que les voy a delegar, y les animo a que aporten sus ideas y soluciones.

- Les dejo margen de acción y creatividad, sin imponerles mi forma de hacer las cosas.

- Les doy la oportunidad de que se equivoquen y aprendan de sus errores, sin juzgarles ni castigarles.

- Les reconozco sus aciertos y sus esfuerzos, y les felicito por sus resultados.

- Les incentivo a que se formen y se actualicen constantemente, y les facilito los medios para que lo hagan.

- Les doy visibilidad y crédito por su trabajo, y les presento como referentes ante los demás.

Principio 3: Proporcionar retroalimentación constructiva y transformadora

Delegar no es celebrar éxitos y penalizar errores. La delegación efectiva implica proporcionar retroalimentación constructiva y transformadora.

Destaco los aciertos y también las áreas de mejora, creando un espacio para la reflexión y el desarrollo continuo. Reconozco el esfuerzo y el valor de cada persona, y le animo a seguir aprendiendo y mejorando.

Mantengo una comunicación abierta y honesta para fortalecer la relación y nutrir el crecimiento profesional. Y acepto los errores como parte del proceso de aprendizaje.

Para proporcionar retroalimentación constructiva y transformadora, sigo estos pasos:

- Establezco unos criterios claros y objetivos para evaluar el resultado de la tarea o proyecto que he delegado.

- Comparo el resultado obtenido con el resultado esperado, identificando los puntos fuertes y los puntos débiles.

- Me reúno con la persona a la que he delegado la tarea o proyecto, y le doy mi opinión de forma sincera, respetuosa y específica.

- Le pregunto su opinión sobre su propio desempeño, y le escucho con atención e interés.

- Le propongo un plan de acción para mejorar los aspectos que se puedan mejorar, estableciendo unos objetivos concretos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales.

- Le ofrezco mi ayuda y mi seguimiento para que pueda cumplir con el plan de acción, y le pido que me mantenga informado de su progreso.

- Le doy las gracias por su trabajo y su disposición a mejorar, y le expreso mi confianza en su potencial.


Delegar va más allá de una asignación trivial de tareas. En nuestro equipo lo sabemos y lo practicamos.

Espero que estos principios te sean útiles para mejorar tu forma de delegar y potenciar el talento de tu equipo. ¡Gracias por leerme!

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