Un grano de locura

“Mezcla a tu prudencia un grano de locura.”

He tomado prestada una frase de Quinto Horacio Flaco que habla sobre la importancia de la mezcla en las experiencias. De hecho, nosotros mismos somos resultado de una mezcla de razas, étnicas y culturas variadas. Yo mismo puedo decir que tengo un 98,9% de Europeo, un 0,9% de norteafricano, un 0,2% de sub-sahariano y un 0,1% no asignado (¿seré alien?). Estos resultados me los proporcionó hace ya bastante tiempo una empresa americana que por poco dinero te hace unos test genéticos muy curiosos cuando menos. Cuando alguien me habla de la “pureza” le invito a que se haga este test.

Hace unos días me ha mandado una amiga un video realizado por su hijo, alumno de un instituto cercano a mi domicilio. No deja de sorprenderme la creatividad y capacidad de las generaciones que vienen detrás de la mía. Nosotros nacimos con una tecnología incipiente, pero ellos mismos ya tenían retratos en el vientre de sus madres gracias a las ecografías, y ahora ya disponemos hasta de vídeos en 3D de los bebés antes de nacer.


Está bien contar en las empresas con personas jóvenes, y también inexpertas, porqué no. La combinación de alguien mayor y con experiencia y alguien joven y sin experiencia en el sector es enriquecedora para ambas partes. Podemos hablar claramente de una simbiosis en la que ambas partes salen beneficiadas.

A la persona joven se le aporta la experiencia y se acelera su conocimiento de las experiencias que le vienen de su colega de mayor edad. Por otra parte, el más joven e inexperto trae ideas nuevas y frescas y desconoce las reglas que imperan en el sector y eso es positivo. Si siempre nos ceñimos a las mismas normas y no aportamos nada nuevo, el resultado es que no creamos nada nuevo.

Mezcla, revuelve y vuelve a mezclar de nuevo añadiendo más ingredientes. Experimenta sin parar.

El hijo de una amiga mía, que tiene siete años de edad, me muestra un ejemplo más de la creatividad. Cuando terminamos de comer en algún restaurante de comida rápida, dedica el tiempo de sobremesa a mezclar diferentes refrescos y bebidas de las que hay encima de la mesa y nos las da a probar para saber el resultado de sus experimentos, que por regla general no están mal.

Una persona de mayor edad y experiencia, no tendría esas ideas tan descabelladas (en principio) y que no conducen a nada, pero esa es la esencia de la creatividad: hacer locuras que a nadie se le han ocurrido.

No tengas miedo de lo nuevo, de lo que nadie ha hecho y de hacer lo que todo el mundo hace de una forma especial que es la tuya.

Si hay cientos de profesionales de múltiples materias en todo el país… ¿Qué puedes aportar de especial? Algo que sea tu sello personal. ¡Exacto! Se trata de hacer algo que nadie ha hecho… de añadir tu grano de locura.


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